Mirándote a los ojos comprendí, que eres para mi, mi futuro y mi presente.

El poder de tu mirada, esa maldita fuerza que me lleva a rozar la locura, que me eleva hacia un mágico mundo con tan sólo un cruce de miradas, con tan sólo una búsqueda de tu atención. Me da igual que tu boca en ocasiones me diga que no me quieres, tus ojos te delatan, tus ojos dicen que mientes.
Tu boca delirante, esos labios suaves que besan lentamente y que llegan al alma, que rozan el corazón; tu saliva salada y transparente, como tú.

Yo, que aquí me ves no pido tanto, únicamente te pido que me regales cada uno de los mililitros de tu amor. No consientas, ni tan siquiera un instante que te olvide, que se apague todo y que algún día veamos el fin.