¿A quién intento engañar? Te echo de menos.

Me creía fuerte ante la situación, pensaba que estaba aún en lo alto de la montaña, pero ¿A quién intento engañar? Te echo de menos, siento celos cuando te veo al lado de otra, me muero por darte un beso, o tan sólo una mierda caricia, tengo la sensación de que algo me oprime el pecho, me siento como si algo de mi faltase, me siento una puta tonta, rodeada de gente dispuestas a regalar amor y yo, una imbécil decidida a regalarte cada uno de los centilitros de mi amor y tú decido a regalarme cada uno de tu kilos de orgullo.

¿Por qué no quererle si es el mejor del mundo?

Pasa el tiempo y no mis ganas. Se acaban los días, pero no mis sentimientos. Quiero llegar al cielo contigo, pero estando en tierra. Quiéreme más hoy, pero menos que mañana. Susúrrame al oído que te marchas, pero que me llevas contigo. Ríete con la gente, sonríe conmigo. Salta de alegría, alegría de tenernos. Duerme e inclúyeme en tus sueños. Habla, cuéntame tus mañanas. 

¿Y el resto del año?

Un 14 de Febrero creado por las grandes empresas, por grandes empresarios dispuestos a sacarte hasta el último centavo que quede en tu bolsillo, a engañarte, a comerte el coco de tal forma que recurras al maldito consumismo.

Un 14 de Febrero, creado supuestamente para demostrar el amor, demostrar todo tu amor en un sólo día, ¿Y dónde se quedan los 364 días del resto del año?¿Qué pasa que esos días no son especiales para demostrarlo?¿Para tener un detalle con tu pareja?
Según mi parecer, el 14 de Febrero es un día patético, en el que sólo lo celebran los patéticos y en el que sólo creen los patéticos.