Mirándote a los ojos comprendí, que eres para mi, mi futuro y mi presente.

El poder de tu mirada, esa maldita fuerza que me lleva a rozar la locura, que me eleva hacia un mágico mundo con tan sólo un cruce de miradas, con tan sólo una búsqueda de tu atención. Me da igual que tu boca en ocasiones me diga que no me quieres, tus ojos te delatan, tus ojos dicen que mientes.
Tu boca delirante, esos labios suaves que besan lentamente y que llegan al alma, que rozan el corazón; tu saliva salada y transparente, como tú.

Yo, que aquí me ves no pido tanto, únicamente te pido que me regales cada uno de los mililitros de tu amor. No consientas, ni tan siquiera un instante que te olvide, que se apague todo y que algún día veamos el fin.

Yo tu yonkie, tu mi droga.

 - ¿En que piensas?

+ En nada…

- No me mientas, te conozco perfectamente. Dime anda ¿en qué piensas?

+ En lo difícil que sería levantarme cada mañana y saber que no estás conmigo. Verte por la calle de casualidad y no poderte besar. No poder llamarte todas las noches y decirte antes de irme a dormir buenas noches o lo mucho que te quiero. En lo doloroso que sería verte con otra. En lo horrible que sería por primera vez oler tu perfume y sentir una patada en el estómago. Y decirte lo mucho que te amo y tu no creerme.

- Yo si te creo ¿sabes? Lo único que digo es que yo te amo más de lo que me amas tú a mi.

+ Ya bueno, pero tú no sabes cómo te amo yo de hecho nunca sabremos la verdad de quien ama más a quien.

- Sinceramente…me da igual quien ame más a quien. Lo único que quiero es que me quieras para siempre, que me beses siempre del mismo modo y jamás me dejes de mirar con esas miradas que me encanta. Me da igual el modo en que me ames pero por favor ámame siempre.

Mi propósito: entrar en tu corazón.

Enamórate de mí, y de mi mirada traviesa. Enamórate de cada tontería que diga, cada estupidez que repita. Enamorate de mi cara, de mis ojos, de mis labios. Enamórate de mis imperfecciones, de cada una de ellas. Enamorate de mi voz, de mis gritos y susurros. Enamórate de humor, sé que sera difícil. Enamorate de mí, y no de quien esperas que sea. 
Pero sobre todo, espero que te enamores de mi sonrisa, y que la ames tanto que nunca me obligues a perderla.

No me pidas que te bese, porque te besaré.

Alcohol inyectado en vena.

Sé cociente de lo que haces, ponte tus propios límites, concienciate de sus efectos y de sus repercusiones.
En realidad ese acto no te hace más guay, ni más madura, ni más mayor, te hace completamente una niñata descontrolada que da pena.

Tú aspecto es completamente patético, tu cara palidece, tu raya del ojo se corre y das la impresión de ser algo que seguramente ni se acerque a tu realidad.
No por tener mayor cantidad en vena te lo vas a pasar mejor, o vas a perder más vergüenza, que va, te amargas el momento y, ¿sabes que es peor? Que también se lo amargas a los demás.

Desnudemos nuestras dudas.

Un aplauso por esas preguntas que nos hacemos que no las cambiaría por nada de este mundo.

Algún idiota decidió llamarlo amor.

 - Prométeme que seré la única mujer a la que vas a Querer.
- No puedo.
- ¿Por qué? ¿Hay otra mujer?
- No, pero la habrá. Será como tu, pero más joven, y te llamará MAMÁ.

Tan sólo ámame y que sea para siempre.

No me digas más, no me toques, no me mires, no me respires, sólo quiéreme, quiéreme de esa forma que sólo tú y yo sabemos hacer. Dedícame tus días, un te quiero y la mayor de tus sonrisas. Con eso me basta, para siempre.